domingo, 29 de diciembre de 2013

CASA CERVECERA ALTAMIRA



Cuando pensé en este proyecto jamás imaginé que el puntapié inicial se daría fuera de la capital, en específico, en la ciudad de Valparaíso.

Así las cosas, un viaje de placer se convirtió en la excusa perfecta para dar una vuelta por el puerto en busca de buena cerveza, búsqueda que afortunadamente rindió frutos.

Tal y como el título propone, el primer lugar visitado fue la "Casa Cervecera Altamira", a la cual le aplicamos los criterios expuestos hace un tiempo.

1. Variedad de cervezas (3/5): El nombre del lugar insinúa un concepto de "Cervecería - Bar", lo que queda ratificado al momento de ingresar a sus instalaciones. Esto, evidentemente, atenta en contra de la variedad de cervezas que pueden encontrarse acá. Sin embargo, igualmente el cliente puede disfrutar de dos marcas de cervezas artesanales de factura nacional: mestiza y la que le da nombre al lugar: altamira.
Mestiza se encuentra en schop (al momento de la visita sólo en sus variedades american pale ale y deutsches alt bier, la cerveza irish dry stout se encontraba agotada), como en botella de 330 cc (en sus 3 variedades).
Por su parte, la cerveza Altamira, extrañamente y contrariando a lo que podría buenamente esperar un cervecero que llega al lugar, de momento sólo se encuentra disponible en botella (formatos de 330 y 750 cc, en variedades que fueron presentadas como "rubia" y "ambar"), pero no en schop.
En definitiva la apuesta del local apunta a variedades probadas en el mercado nacional, procurando dar un salto de calidad en cada una de ellas.



2. Precios de las cervezas(*) (4/5): En general adecuados para lo que se ofrece. Se encuentran botellas de 330 cc de la marca mestiza en sus tipos american pale ale, deutsches alt bier e irish dry stout por $1.800. Igualmente hay botellas de la casa altamira de 330 cc por $2.500, en tanto que su formato de 750 cc se puede encontrar por $5.500.
Finalmente, las cervezas que se venden en schop (mestiza american pale ale y deutsches alt bier) se comercializan a $2.500.

(*) Los precios expresados acá son los vigentes al día de la visita. Constituyen simplemente un valor referencial, esencialmente modificable por el vendedor.

3. Carta de comidas (5/5): Bastante nutrida, predominando sabores salados, ácidos y toques picantes, todo con algún ingrediente o presentación que marca la diferencia, dando un toque "gourmet" a cada preparación, lo que promete ser el sello del lugar.
Entre las opciones se pueden encontrar crudos, quesadillas, tablas, ceviches, sandwiches y chorillanas. En esta oportunidad, junto con mi compañera, nos anotamos con un crudo, el cual estaba finamente presentado, con algunos guiños al referido concepto "gourmet" al ostentar alcaparras y un cuidado pan aliñado con albahaca.

4. Calidad de Servicio (4,5/5): Este es un espacio que está pensado para el turista que llega a la ciudad puerto. De esta suerte, el trato para con el cliente es de primera calidad: amable, deferente e incluso bilingüe si el caso lo amerita, con un manejo aceptable del idioma inglés (por lo que me tocó escuchar por accidente en una mesa vecina).
Tal vez lo único que se le podría reprochar al servicio es la especificación de los estilos de cerveza que comercializan. Si bien el catalogar las cervezas como "rubia", "ambar" y "negra" puede ser un primer paso para acercar al consumidor a las diversas combinaciones posibles de esta bebida y sacarlo del árido y plano mundo de las "lager industriales estandarizadas" al que estuvimos sometidos en el país durante largos años, resulta deseable (incluso exigible) que en un bar - cervecería, necesariamente especializado en lo que vende, se eduque al cliente respecto a lo que puede pedir o lo que está tomando.

5. Ambiente (espacios, distribución música, decoración y estilo) (5/5): Nuevamente el concepto de "cervecería - bar" juega un importante rol. En general el local busca, de buena forma, que el cliente se sienta como en una bodega cervecera del siglo XX (o tal vez XIX), la cual se conforma de máquinas de elaboración cervecera a la vista, murallas de ladrillo con un aspecto rústico, un piso de cemento no muy prolijo, una iluminación tenue de tonos amarillentos, mesas de madera robusta y sillas cómodas; todo configurado y dispuesto alrededor de una gran barra que forma la columna vertebral del lugar.
De fondo se escucha principalmente música jazz, ya sea temas originales o bien temas clásicos adaptados a ese estilo, la que suena a un volumen moderado. Según se publica en las redes sociales del local, algunos días es posible escuchar este tipo de música en vivo, lo que evidentemente es un valor agregado.
Punto aparte lo representa el "museo de la cerveza", iniciativa de reciente inauguración que da cuenta de los orígenes cerveceros en Chile y Valparaíso, mediante material fotográfico, artefactos de época y atractivos diagramas.
Todo lo anterior desencadena en un ambiente acogedor, y una sensación confortable que llama a volver.




6. Baños (5/5): Todos en el segundo piso (tanto de hombres como de mujeres), bien indicados, amplios, con presencia de insumos básicos (papel higiénico, jabón, toalla nova), limpios y modernos. Según me informa mi contertulia @casava, el baño de mujeres pasa la prueba de la blancura con máxima distinción.

7. Ubicación y locomoción (5/5): Bien ubicado, en un sector céntrico y eminentemente turístico. Específicamente el local se ubica en Elías #126, a pasos de la Plaza Anibal Pinto. Amplia gama de recorridos de locomoción pública (buses y trolley, ambos con un valor de $250) pasan por la Av. Condell, los que dejan al cervecero a pasos del lugar.



8. Lo recomendado y/o imperdible del local: Si uno va a la casa cervecera altamira, no puede dejar de probar la "cerveza de la casa". Lamentablemente en este momento tal apelativo no puede usarse con propiedad, ya que la cerveza es producida en Quinta Normal (Región Metropolitana), pero se pretende que en un futuro próximo que la producción sea 100% porteña.
Luego de probar los schop de mestiza (deutsches alt bier para mi, american pale ale para mi compañera), le pedí al encargado traer una cerveza altamira en formato de 750 cc, en su variedad "ambar", la que resultó ser una deutsches alt bier. Se nos trajo a la mesa un par de copas y se destapó la botella a nuestra vista. Se me dio de probar un cuarto de copa, procurando mi satisfacción y aprobación del producto para dar por cerrado el trato. La cerveza no defraudó, destacando un color cobrizo, levemente turbia, de cuerpo sedoso, espuma con buena retención y un balance entre maltas y lúpulo bien logrado. En suma, una verdadera cerveza "gourmet", a la cual se le respeta con la solemnidad propia de un vino de alta calidad.




9. Nota final (31,5/35 - 4,5/5): Un lugar recomendado para quienes buscan probar y tomar buena cerveza en el puerto principal, en el contexto de un grato ambiente, con un servicio que destaca por su calidad y la preocupación por la satisfacción del cliente. Promediando los 7 items que fueron calificados anteriormente, califica con un 31,5 sobre 35. Promediando, el puntaje general sería 4,5 sobre 5.


2 comentarios:

  1. Si bien uno espera siempre menos, nada está de más en el texto, ni mucho tecnicismo ni abuso de lo redundante, directo al grano, a lo que nos convoca. Si esto sigue, así lo espero, lo que vivimos en regiones saldremos beneficiados con más apuestas de este tipo y mejor conectividad entre los amantes de la cerveza. Saludos desde la Mar de Viña.

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    1. Es complejo para un santiaguino encontrar bares o pubs que vendan buena cerveza en regiones, y mi experiencia en Valparaíso me corrobora que no es porque estos lugares no existan, sino simplemente por la falta de información y difusión. Justamente por ello la retroalimentación y los datos que puedan aportar los amantes de la cerveza en sus respectivas ciudades, son vitales para reproducir esta experiencia fuera de los límites de la Región Metropolitana. Un abrazo de oktoberfest y salud!

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